La terapia emocional se basa en la premisa de que muchos de los errores que cometemos se originan debido a la falta de información clave. Si contáramos con cierta información, que al presente desconocemos, probablemente tomaríamos decisiones muy diferentes, reaccionaríamos de un modo diferente ante las distintas situaciones de la vida y nos sentiríamos de un modo diferente con respecto a nosotros mismos y a los demás.

"El que no sabe, es como el que no ve", dice el refrán. Así, pues, muchas veces no sabemos cómo nos sentimos o por qué nos sentimos de la manera en que nos sentimos, debido a que no logramos ver o comprender con claridad qué es lo que nos sucede realmente.

La terapia emocional brinda un sin fin de información útil que les permite a las personas comprender mejor sus problemas emocionales, tomar mejores decisiones, aplicar estrategias y soluciones más convenientes y, como consecuencia, vivir una calidad de vida mejor.

No actúa mágicamente. Simplemente ayuda a las personas a dotarse de herramientas útiles que les permitirán abordar mejor sus problemas de la vida diaria. Cada persona es única, cada persona tiene su propio punto de vista, sus propias creencias, sus propias habilidades y recursos y, por lo tanto, cada solución es también única y específica para cada problema. Cuando nos informamos mejor, incorporamos otros conocimientos y aumentamos nuestras posibilidades de hallar una solución. La Terapia Emocional hace, exactamente esto, brinda información que permite ampliar nuestros conocimientos, conocer otros puntos de vista, explorar otras soluciones posibles y encarar la vida y sus desafíos desde otro lugar.

Libérese de lo viejo y permítase la oportunidad de probar algo nuevo.